Foto J.A. Miyares Valle
Caminé bajo la luna,
el relámpago rayo y trueno,
bajo la tormenta de lluvia y granizado.
Lloré en la soledad del camino,
temí a la obscuridad de la noche,
al viento rugiendo en el bosque,
me estremecí con aullido del lobo,
con el canto de búho
en la penumbra del valle,
el vuelo de la lechuza,
el baile del murciélago.
Me alegré con la luz de la luciérnaga,
el aviso del mirlo llamando
a su prole acudir a su cobijo,
de la hurraca, cuervo que anuncia
la llegada de la noche,
el canto del sapo, de la cigarra,
el ocaso del día tiñendo el cielo de carmín
como labios amorosos de la amada,
con la siluetas de arboles y montañas
muriendo en la claridad de la tarde.
Temor a las sombras que toman
el relevo al día, se alargan sigilosas
en los tortuosos caminos del solitario niño,
que camina a lomos de su mulo,
camino del fin del trabajo,
transportando leche por caminos angostos,
donde las sonrisas se apagan ,
los fantasmas de la noche
te acechan a cada recodo del camino.
Sabio animal que camina
en noche oscura donde
no se ve tu mano pero su caminar es seguro,
te da aliento y confianza
en la esperanza de llegar
al fin de tu triste camino.
Se hace larga la espera
mas aparece la luz de un farol
que da confianza al caminante,
hay compañía para entregar
su leche el vecino que vierte en el bidón
del animal sabio ,llamado Rubio.
Gracias amigo del camino,
compañero inseparable,
ya hace tiempo que descansas
en el universo de mi grato recuerdo...
Yo estoy cansado, muy cansado,
perdonad que me pare a descansar,
bajo la luz de las estrellas
y arrullado por el canto del viento,
jugando con la armonía del bosque
y los tubulares de los vetustos arboles....
contemplo el cielo estrellado deseando,
paz y larga vida al hermoso universo.
Autor José Ángel Miyares Valle
Saludos y bendiciones.
ResponderEliminarPaso a dejarte un gran abrazo y gusté cada verso. Gracias por hacer pasear mi mente y mi alma por esos senderos de mi pueblo natal.