“
El tic, tac del viejo reloj me estremece
Siempre cadente, monótono, cansino
Sé que mides mi tiempo, mí vida
Minutos horas, días, meses, años.
¡Ay de aquel día que no lo oiga¡
Mi vida se habrá esfumado
Como hoja seca juguete del viento
O lluvia desaparecida en el desierto.
¿Dónde quedaron aquellos suspiros?
“¡Mañana será otro día¡”
“¡0 un día más, pero otro menos…,
Siempre esperando uno mejor ¡”.
Engaño humano del camino seguro
Hacia el último suspiro… cada vez más cerca.
Capricho de manecillas incansables,
Siempre haciendo camino sin retorno.
¡Adiós, juventud indómita¡ cuando los días,
Son eternos, los años infinitos…
El tiempo parece que se detiene,
Donde te sientes eternamente joven.
Ya se secaron las fuentes de la juventud,
Se van marchitaron el brillo de tus ojos,
En tu frente aparecen surcos,
En las sienes canas, secuelas de tus heridas.
¡OH dulce juventud en silencio te has ido,
Así como en silencio la vejez ha llegado,¡
¡Apartad de mi, fotografías ingratas,¡
Pues delatan mi historia nunca deseada.
Autor: José Ángel Miyares Valle
El tiempo me busca incansable,
ResponderEliminardejando sonar mis recuerdos
de viejas esperanzas
y tristes vericuetos.
Blogsaludos
Muy hermoso tu poema,estamos de paso,que corta se hace la vida...un abrazo.J.R.
ResponderEliminarEstupendos versos amigo Adivin Serafín,asi es el paso del tiempo que tanto ansimos a veces para obtener logros sociales y materiales pero que a la vez nos mata.Un fuerte abrazo,amigo
ResponderEliminarGracias José Ramón por tus valiosos elogios inmerecidos,pero la vida es breve y muchas personas se empeñan en acotarla con continas disputas familiares , vecinales y profesionales, deberían reflexionar más sobre ello y tener una actitud mejor para la convivencia,Un fuerte abrazo amigo.
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