AL SEÑOR RÍO ÓRBIGO
Serpiente plateada y zigzagueante
Espejo de las estrellas y luna,
Que ruges camino del mar
Entre exuberantes riberas
Cuajadas de chopos, alisedas
Álamos, mimbreras y pedreras
Nadie te detiene en tu majestuoso camino
Largo camino de peregrino sediento
Sin descanso dejando riqueza
A tu incasable paso, alivio del caminante
Sombra del fatigado
pastor
Y labriego, tálamo del sestéante
Alivio para el
viajero cansado, sediento, polvoriento.
Nada pides y mucho das. Alimento y cobijo
Al pájaro cantarín, al malvís, mirlo
Golondrina sedienta y
veloz
Cómplice taimado de amoríos
De jóvenes vigorosos que a tu lado
Descubrieron las
primaveras
Del amor tormentoso y romántico
Confesor de grandes secretos…
Hoy señor de yermos campos
Del seco paramo y rivera rica
Hoy te brindo mi homenaje
A tanta belleza y armonía
Paisaje del paraíso y estancia de dioses
A tu lado la vida es más bella.
El Olimpo de los dioses
Y consuelo de las aflicciones de la vida
Yo te bendigo prodigio de la naturaleza
Y reflejo del hacedor
eterno.
Autor: José Ángel Miyares Valle
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