ELEGÍA
A LA MUERTE SIN RAZÓN ENTRE HERMANOS
“MUERTES
INÚTILES A SANGRE FRÍA”
Noche
oscura cual fauces del lobo estepario
Las
botas crujen con pasos siniestros
Nudillos
de manos asesinas rompen el silencio
Golpeando
una y otra vez la vieja puerta.
Los
niños temblorosos sollozando
Se
cogen a los pantalones de su padre…
Ya
llegaron estay ahí vienen a por él
-¡Vamos
a dar un paseo, ¡amigo¡
Sale
escoltado por rostros siniestros
Cargados
de odio cruel e injusto,
Camino
de un lugar desconocido
Entre
lágrimas de los suyos suben
A
empujones y culatazos al viejo camión militar.
Cuchillos
de luz rasgan el negro telón
De
la última noche de su vida,
El
rugido del cansado motor despierta
A
vecinos temblorosos tras los cristales…
Con
puños crispados y corazones encogidos
Gimen
clavándose uñas en las palmas
De
la manos de puños apretados
Rechinando
dientes y masticado
Palabras
de maldiciones ininteligibles
Impotentes,
estremecidos, petrificados.
No
va sólo hay compañeros hacinados
Sentados
en el suelo con caras compungidas.
Ya
no hablan ¿para qué gastar palabras?
Todos
Intuyen el final cercano de sus vidas.
El
camino se hace corto, respiraciones entre cortadas
Profundas
como si el aire no llegara a los pulmones,
Nudos
en las gargantas, lenguas secas
Escasez
de oxígeno, fuertes latidos de corazón
Concentración
de sangre en las mejillas.
Mente
en blanco, recuerdos de infancia
De
juventud, juegos de niños,
Acaricias
del ser querido, abrazos de hijos
De
padres, familiares, días de fiesta.
Los
primeros besos, amores, olores, sabores….
¡Dejarles
asesinos¡ unos minutos más, unos
segundos
Unos
latidos, unos pensamientos,
No
les arrebatéis la vida, son padres, jóvenes.
Se
detiene la funesta comitiva.¡ Abajo
hemos llegado¡
Poneros
en fila al lado del muro
Uno
al lado de otro, rápido.
Alumbrados
por los faros de los camiones
A
la voz de carguen armas,¡ apunten¡
Se
oyen los cerrojos de los máuseres
Fuego
de ráfagas, fuego en la noche.
Retumban
en el valle y montañas los disparos
Y
entre olor a pólvora, los cuerpos se derrumban
Agujereados
por las balas asesinas del odio.
Unos
sobre otros dejando atrás una historia de crueldad
Por
el mal entendimiento de los hombres.
Cuando
estos pierden la razón y el respeto
A
la convivencia enfangándose en el odio
De
hermanos, padres e hijos
Por
el egoísmo y el rencor del ser despiadado.
¡No
regeneréis la triste historia por favor¡.
En
la fosa común nacieron hermosas flores
Y
en mi corazón afligido grandes temores.
¡LA
VIDA ES HERMOSA SI LA SABES VIVIR¡
Autor:
José Ángel Miyares Valle