sábado, 27 de abril de 2013

POESÍA “MUERTES INÚTILES A SANGRE FRÍA”

 
ELEGÍA A  LA MUERTE SIN RAZÓN ENTRE HERMANOS

“MUERTES INÚTILES A SANGRE  FRÍA”

Noche oscura cual fauces del lobo estepario

Las botas crujen con pasos siniestros

Nudillos de manos asesinas rompen el silencio

Golpeando una y  otra vez la vieja puerta.

 

Los niños temblorosos sollozando

Se cogen a los pantalones de su padre…

Ya llegaron estay ahí vienen a por él

-¡Vamos a dar un paseo, ¡amigo¡

 

Sale escoltado por rostros siniestros

Cargados de odio cruel e injusto,

Camino de un lugar desconocido

Entre lágrimas de los suyos suben

A empujones y culatazos al viejo camión militar.

 

Cuchillos de luz rasgan el negro telón

De la última noche de su vida,

El rugido del cansado motor despierta

A vecinos temblorosos tras los cristales…

 

Con puños crispados y corazones encogidos

Gimen clavándose uñas en las palmas

De la manos de puños apretados

Rechinando dientes y masticado

Palabras de maldiciones ininteligibles

Impotentes, estremecidos, petrificados.

 

No va sólo hay compañeros hacinados

Sentados en el suelo con caras compungidas.

Ya no hablan ¿para qué gastar palabras?

Todos Intuyen el final cercano de sus vidas.

 

El camino se hace corto, respiraciones entre cortadas

Profundas como si el aire no llegara a los pulmones,

Nudos en las gargantas, lenguas secas

Escasez de oxígeno, fuertes latidos de corazón

Concentración de sangre en las mejillas.

 

Mente en blanco, recuerdos de infancia

De juventud, juegos de niños,

Acaricias del ser querido, abrazos de hijos

De padres, familiares, días de fiesta.

 

Los primeros besos, amores, olores, sabores….

¡Dejarles asesinos¡ unos minutos más,   unos segundos

Unos latidos, unos pensamientos,

No les arrebatéis la vida, son padres, jóvenes.

 

Se detiene  la funesta comitiva.¡ Abajo hemos llegado¡

Poneros en fila  al lado del muro

Uno al lado de otro, rápido.

 

Alumbrados por los faros de los camiones

A la voz de carguen armas,¡ apunten¡

Se oyen los cerrojos de los máuseres

Fuego de ráfagas, fuego en la noche.

 

Retumban en el valle y montañas los disparos

Y entre olor a pólvora, los cuerpos se derrumban

Agujereados por las balas asesinas del odio.

Unos sobre otros dejando atrás una historia de crueldad

Por el mal entendimiento de los hombres.

 

Cuando estos pierden la razón y el respeto

A la convivencia enfangándose en  el odio

De hermanos, padres e hijos

Por el egoísmo y el rencor del ser despiadado.

¡No regeneréis la triste historia por favor¡.

En la fosa común nacieron hermosas flores

Y en mi corazón afligido grandes temores.

¡LA VIDA ES HERMOSA SI LA SABES VIVIR¡

Autor: José Ángel Miyares Valle

 

 

martes, 23 de abril de 2013

POESÍA "ADIÓS A MI JUVENTUD"


“ADIÓS A MI JUVENTUD”

¡OH¡, juventud que te has ido,
Para nunca más volver.
Sueños desvanecidos, perdidos…
Con las sombras del anochecer.
 
Fuerzas que me abandonasteis,
Movimientos lentos y cansinos,
Peregrino errante sin deleites,
Fruto de largos años de camino.
 
Vi en el espejo un rostro arrugado,
Por las heridas del tirano tiempo,
Manos con dedos deformados,
Canas… testigos del sufrimiento.
 
Ante tal imagen desolada,
De mis pupilas brotaron,
Lágrimas cristalinas, plateadas…
Que  las mejillas surcaron.
 
¡En silencio lloré desconsolado!.
 
Autor: José Ángel Miyares Valle

POESÍA "LA FUGACIDAD DE LA VIDA"

 
“LA FUGACIDAD DE LA VIDA”

 
El tic, tac del viejo reloj me estremece...
Siempre cadente, monótono, cansino
Sé que mides mi tiempo, mí  vida
Minutos horas, días, meses, años.
 
¡Ay de aquel día que no lo oiga¡
Mi vida se habrá  esfumado
Como hoja seca juguete del viento
O lluvia desaparecida en el desierto.
 
¿Dónde quedaron aquellos suspiros?
“¡Mañana será otro día¡”
“¡O un día más, pero otro menos,
Siempre esperando uno mejor ¡”.
 
Engaño humano del camino seguro
Hacia el último suspiro… cada vez más cerca.
Capricho  de manecillas incansables,
Siempre haciendo camino sin retorno.
 
¡Adiós, juventud indómita¡ cuando los días,
Son eternos, los  años infinitos…
El tiempo parece que se detiene,
Donde te sientes eternamente joven.
 
Ya se secaron las fuentes de la juventud,
Se van marchitaron el brillo de tus ojos,
En tu frente aparecen surcos,
En las sienes canas, secuelas  de tus heridas.
 
¡OH dulce juventud en silencio te has ido,
Así como en silencio la vejez ha llegado,¡
¡Apartad de mi, fotografías ingratas,¡
Pues delatan mi historia real, nunca deseada.
 
Autor: José Ángel Miyares Valle